El joven Vincent van Gogh pergeñó este papel de gran formato –Mujer con cesto sembrando– en el otoño de 1881, mientras aún vivía en Etten, cerca de Breda, donde su padre era vicario, que hoy saca a pujas la sala Lempertz de Colonia. Valorado entre 800.000 y 900.000 euros, este dibujo pertenece a una serie inspirada en los campesinos. En una carta a su hermano Theo fechada en septiembre de ese mismo año, el ‘loco del pelo rojo’ escribía: «Estoy constantemente dibujando a hombres y mujeres cavando, sembrando y arando. Siento que debo observar y registrar todo lo que constituye la vida del campo. Como muchos hicieron antes de mí y aún siguen haciendo. Ya no me siento tan impotente frente a la naturaleza como antes.» Con esta observación el artista aludía principalmente al gran pintor realista francés Jean-François Millet cuyas heroicas descripciones de labriegos de mediados del siglo XIX ejercieron un fuerte impacto sobre Van Gogh. El tema del trabajador rural fascinó al malogrado pintor hasta el final de su carrera. La siembra puede ser vista como una metáfora del ciclo terrenal del desarrollo y el declive.