Thomas Ruff es uno de los fotógrafos contemporáneos más interesantes, camaleón que se mueve en distintos registros, pero siempre con la voluntad determinada de reflexionar sobre los procesos de percepción, antes que reflejar la realidad misma o conseguir la belleza fotográfica. Nacido en 1958 en la Selva Negra alemana, se formó bajo la influencia de La Nueva Objetividad, corriente que transformó la fotografía alemana tras la Segunda Guerra Mundial. Esa referencia no le ha abandonado a lo largo de su carrera. Como él mismo ha expresado: ‘Cuando las cosas son como son, ¿por qué debería intentar presentarlas de otro modo?’ El alemán firma Jpeg NY206, 2004, una monumental imagen (254.6 x 163.8 cm) del skyline de Nueva York tasada por la sala neoyorkina Phillips entre 70.000 y 100.000 euros.