Un atípico autorretrato “optimista” de Francis Bacon debuta en Sotheby’s Nueva York tras permanecer en la misma colección privada desde poco después de pintarse, hace más de 45 años. Dos estudios para un autorretrato (1970), tiene un precio estimado de 19,7 a 26,8 millones de euros. Dado que Bacon es reconocido por plasmar en sus lienzos los tormentos del alma humana, el hálito de esperanza que desprenden estos óleos los convierte en una rareza en la producción del anglo-irlandés. Aquí vemos a un Bacon eufórico, en la cúspide de su carrera, antes de su histórica retrospectiva en el Grand Palais en 1971 (fue el segundo artista vivo, después de Picasso, al que se concedió tal honor), y en los estertores de su relación con George Dyer, cuyo suicidio un año más tarde le obsesionaría (y daría forma a su arte) en las décadas venideras. Esta obra ha sido expuesta sólo dos veces -por primera vez en la antológica parisina y más recientemente, en 1993, en la galería Marlborough. Sin embargo, quizá su estatus icónico resida en el hecho de que fue elegida para ilustrar la portada del libro Francis Bacon: Retratos y autorretratos de Milan Kundera y France Borel.