Esta escena nos transporta a una época en la que no era raro que los ríos holandeses se congelaran durante el invierno. En sus paisajes, jóvenes y mayores, ricos y pobres, compartían tanto la alegría como las penurias de esta “pequeña edad de hielo” que alcanzó su punto álgido en el siglo XVII. Este óleo se ambienta un día de enero en el que, pese al cielo plomizo y gélidas temperaturas, los personajes se afanan en sus quehaceres además de caminar por el hielo, algunos con más fortuna que otros, que sufren traidores resbalones e incluso caen en peligrosas grietas. Esta composición fue pintada por un seguidor de Jan Wildens a partir de un grabado de Hendrick Hondius I. Wildens fue uno de los más estrechos colaboradores de Rubens, quien le confiaba la realización de fondos y paisajes. Exponente de la Escuela holandesa del siglo XVII, esta tela sale a pujas el 4 de marzo en la sala catalana Subarna, valorada en 15.000 euros.
