Cuenta Moisés Pérez de Albéniz que fue de niño, mientras acompañaba a su padre a pintar paisajes durante las vacaciones familiares, cuando tuvo sus primeras experiencias con el arte. Más tarde, su madre, viendo la facilidad para el dibujo de su hijo, le animó a matricularse en la Escuela de Artes Aplicadas de su Pamplona natal (donde daban clase la pintora Isabel Baquedano o el escultor Ángel Bados) y donde se graduaría en Decoración. Mientras trabajaba como interiorista empezó a frecuentar galerías dando sus primeros pasos como coleccionista. Surgió entonces la posibilidad de hacerse socio de una galería cuyo control, al cabo de poco tiempo, terminaría asumiendo totalmente. Lo que empezó como una aventura que él mismo vislumbraba efímera se prolonga ya 26 años. En 2012, decide dar el salto a Madrid, instalándose en los aledaños del Reina Sofía, en la calle Doctor Fourquet, donde inaugura el espacio MPA. Expositor este mes en ARCO (de cuyo comité organizador ha sido miembro), asegura que “el arte tiene que desestabilizar tu zona de confort” y eso le ha llevado a trabajar con artistas como Tony Oursler, Juan Uslé, Antoni Muntadas o Nico Munuera que reflejan su compromiso con la tradición pictórica y el arte conceptual. [Vanessa García-Osuna. Foto: Alfredo Arias]