“Después de esta crisis ni el mercado del arte ni nosotros seremos los mismos pero en nuestras manos está la búsqueda de la solución y la salvación, en este caso, de la cultura de nuestro país” asegura el galerista Miguel Marcos. Comprometido con la promoción del arte contemporáneo español, Marcos lleva cuatro décadas reivindicando a los artistas de su generación, la pintura de los años ochenta. Ya fuera en su etapa como presidente de la Asociación Nacional de Galerías de Arte Contemporáneo de España, como vicepresidente de la Federación Europea de Asociaciones de Galerías de Arte Contemporáneo o como miembro del comité organizador de la feria ARCO, ha trabajado por una mejor regulación del sector del arte contemporáneo.
¿Cómo está viviendo esta crisis? Son días complicados para todos nosotros, una situación que nadie jamás pudo imaginar, trato de ser positivo y no bajar los ánimos. Es una oportunidad para reflexionar y analizar, pero jamás para parar. En los tiempos de guerras, de crisis, en el arte estaba la esperanza, la salvación y la inspiración para mucha gente. El arte nos alimentaba a nivel espiritual y daba la fuerza para vivir y crear, me gustaría que superáramos estos tiempos bajo estas premisas.
¿En qué ocupa su tiempo durante estos días de confinamiento? Estos días estoy dedicándolos sobre todo a la lectura. Los que me conocen, saben qué importancia tiene para mí el archivo, trato de hacer una recopilación de las fuentes vinculadas a la historia de la galería. De esta labor me surgió la idea de compartir algunos hechos importantes de la historia de la galería Miguel Marcos con los espectadores y narrar un relato visual en la plataforma online Instagram. Se trata de presentar a diario una serie de imágenes, que muchas veces hablan por si solas, en otras ocasiones compartimos noticias de prensa o literarias que tienen mucha importancia a nivel histórico-cultural del arte español. Aprovecho para invitar a todos a conocer este proyecto.
¿Qué lecturas, películas o música le ayudan a sobrellevar la situación? Hace unos días estaba releyendo el libro De una filosofía de la itinerancia: Acerca de un pensar nacido desde la existencia, 2011, escrito por un sociólogo, filósofo, hombre de una gran sensibilidad hacia las artes y con orgullo digo que era mi amigo, Arnau Puig. Disfruté mucho de aquella lectura, un espléndido trabajo, animo a todos los que no conocen la obra de Arnau Puig a acercarse a sus escritos estos días. En cuanto a la música, aquí soy bastante clásico, mis referentes principales son Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven, Fredéric Chopin y Serguéi Rajmáninov entre otros. Últimamente no miro muchas películas pero el cine de Andréi Tarkovsky hace reflexionar mucho, para estos días recomendaría la obra de Aleksandr Sokurov El arca rusa, 2002, trata de un íntimo recorrido por el Museo del Hermitage de San Petersburgo, buen sustituto a la visita al museo.
¿Qué efecto tendrá esta crisis en nuestro mercado del arte? Cuesta imaginar el impacto que tendrá la epidemia, puedo suponer que va a ser más dura que la crisis de 2008, aunque en aquellos años tuvimos ventas. Posiblemente sería una buena ocasión para repensar algunas leyes, sobre todo la de Mecenazgo que podría ayudar a fomentar el coleccionismo en España.
¿Qué artista u obra de arte le inspira de forma particular en estos momentos? Siempre me ha inspirado la obra de Mark Rothko, particularmente su emblemática Capilla se convirtió en fuente de sinergias para mi. Estos días encuentro la paz en las pinturas de Víctor Mira, tienen su punto religioso y exploran plásticamente un universo musical muy cercano a mi.
¿Cuál sería el primer museo que le gustaría volver a visitar en cuanto sea posible? Será el Prado, el mejor museo del arte a nivel mundial, desde mi punto de vista.