Sabíamos de la plenitud del vacío taoísta, poético, filosófico, camino hacia nuestro interior… un vacío que ha seducido a tantos artistas. Ahora, con el paso de la física clásica a la física cuántica, conocemos que, en realidad, el vacío no está vacío, un enigma para nuestros limitados cinco sentidos. Un nuevo reto. En este contexto se mueve la obra de la escultora Mar Solís (Madrid, 1967), interesada por las conexiones entre el arte y la ciencia, en particular, por la interpretación del espacio. Solís ha celebrado treinta exposiciones individuales dentro y fuera de España, como La línea, la curva, la elipse (IVAM) o The Tale of Unknowing Island (Frost Art Museum, Miami), recibiendo galardones como la Beca Velázquez, la Beca Delfina Foundation (Londres), o el Premio Ojo Crítico de RNE. Conversamos con la artista que estos días ultima los detalles de su próxima exposición, Tiempo – Espacio, en la madrileña PuxaGallery a finales de julio. [Marga Perera. Foto: Cortesía de la artista]