Hay pocos artistas cuyo trabajo haya experimentado una demanda tan llamativa como la de Eddie Martínez (Nueva York, 1977). Los grandes lienzos de este pintor de Brooklyn, densamente empastados -algunos figurativos, otros abstractos, y la mayoría un híbrido de ambos- llevan más de dos décadas conquistando a galeristas, coleccionistas y comisarios. Alternando modos de pintura tradicionales y no convencionales, Martínez combina óleo y esmalte con serigrafía, pintura en aerosol, y en ocasiones envoltorios de chicle y toallitas para bebés. Su elección algo arbitraria de temas y materiales podría simbolizar la ligereza de la cultura contemporánea, aunque su práctica también refleja elementos de movimientos históricos como la pintura de acción, el neo-expresionismo y CoBrA. La casa Phillips ofrece el 11 de marzo en Londres Mandala #7, un cuadro monumental (305 x 244) valorado entre 226.000 y 340.000 euros.