Si queremos conocer a los genios creativos, debemos, por supuesto, estudiar su obra y analizar lo que se ha escrito y grabado sobre ellos. Pero una manera profunda y a menudo ignorada de experimentar su potencia y su legado es examinar uno de sus espacios más privados: sus hogares. Sus refugios. Sus santuarios interiores. Los lugares que reflejan sus valores, sus deseos y su esencia, diseñados sólo para ellos y sus seres queridos. El libro Life meets Art (Phaidon) explora los espacios vitales de extraordinarios creadores, tanto del pasado como del presente. Desde oscuros diseñadores de muebles hasta novelistas ganadores del Premio Pulitzer pasando por estrellas internacionales del pop, todos ellos crearon hogares inspiradores, a veces revolucionarios, imbuidos de su alma, su talento, su sed de experimentación y su pasión por la belleza. Estos ambientes íntimos, desde cabañas a la orilla del mar hasta grandiosas mansiones, contienen, como sus dueños, múltiples capas. Sus interiores nos ayudan a descubrir historias ocultas sobre los artistas: con quiénes vivieron y aprendieron, sus triunfos y tragedias, sus dones e inspiraciones, y sus anhelos, fracasos, luchas internas y turbulencias. También revelan no sólo cómo los artistas dan forma a su espacio y a su tiempo, sino también cómo son a su vez moldeados por ellos. [Sam Lubell. Foto: Salón de la Villa Otto Wagner I, Viena. Cortesía Phaidon]