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    La gran dama cubista

    Con María Blanchard. Pintora a pesar del cubismo, el Museo Picasso Málaga transita por las diferentes etapas creativas de la cántabra María Blanchard (1881-1932), una mujer cultivada y comprometida que traspasó los límites de los estereotipos de género de su tiempo. Comisariada por José Lebrero Stals, esta retrospectiva reúne unas 90 obras de quien está considerada la gran dama del cubismo. Blanchard nace en una familia acomodada y culta de Santander. Con veintidós años inicia sus estudios de arte en Madrid, en un ambiente académico conservador propio del siglo XIX español. Su obra formativa se centra en el retrato amable y detallado de los seres queridos, las temáticas costumbristas tan de moda en la España finisecular —como la construcción ficticia de la imagen sensual y salvaje de «la gitana»— o las recreaciones románticas de escenas de la mitología clásica. En 1909 viaja por primera vez a París, la capital internacional de la modernidad, donde se enfrenta cara a cara con la radicalidad estética de las vanguardias. Allí entra en contacto con los protagonistas del nuevo arte, como los españoles Pablo Picasso o Juan Gris, los latinoamericanos Diego Rivera o Vicente Huidobro, o la rusa Marie Vassilieff.

    La echadora de cartas, 1924–25 © Studio Monique Bernaz, Ginebra

    Participa en la primera exposición «cubista» en Madrid, organizada en 1915 por Ramón Gómez de la Serna, en la que su obra recibe una feroz crítica machista. Decepcionada ante la desolación artística y el peso de la tradición y el academicismo imperante en la escena madrileña, deja España para siempre. Regresa a París en verano a buscar los aires de renovación y los cenáculos de experimentación que por aquel entonces habían convertido a la ciudad en indiscutible centro internacional de la nueva cultura visual. Es entonces cuando se une decididamente al grupo de artistas afiliados a la aventura cubista, que había nacido en la capital francesa por obra y gracia de un pequeño círculo improvisado, una década antes de que el movimiento llegara a ser un discurso teórico sistematizado y convertido en proclama y soflama para un número de pintores tan extenso que acabaría teniendo difusión mundial. Esta parte esencial de su legado pictórico, aun siendo corta en el tiempo, la convierte, en una de las más importantes personalidades internacionales del movimiento cubista.

    Niña de negro y rosa, c. 1926 © Paris Musées/Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris

    Blanchard destaca por su contribución al movimiento moderno y es la primera artista española que utilizó sistemáticamente el método cubista para construir imágenes a partir de la fragmentación y la combinación de formas geométricas en un espacio óptico de perspectivas simultáneas. Su tránsito creativo de rigurosa fidelidad al cubismo finaliza alrededor de 1921. Así, La comulgante, pintado alrededor de 1914 en Madrid aunque expuesto en el Salón de los Independientes parisino en 1921, puede calificarse hoy de cuadro programático, ya que marca un punto de inflexión en su trayectoria, que se decantará en el transcurrir de los años veinte definitivamente hacia lo figural al recuperar su trabajo un marcado carácter literario. La tercera fase de su obra, poscubista, subraya su profunda preocupación por la condición humana y las emociones en el mundo cotidiano femenino e infantil, abordando temáticas de género, étnicas, identidades nacionales y clase social. Su obra es radical porque fue un ejercicio creativo de resistencia a las convenciones hegemónicas de la modernidad de su época. Se trata, pues, de una figura en un sistema del arte dominado por un tipo de masculinidad heroica que, para artistas como ella, pintora de la tristeza femenina por excelencia, que deseaban plasmar modos alternativos de expresividad, significó renuncia, silencio y exclusión. Esta muestra quiere reconocer su trascendencia y reivindicar su lugar en el siglo XXI. [Hasta el 29 de septiembre. Museo Picasso Málaga. Museopicassomalaga.org]

    Naturaleza muerta, 1917-18. Colección Abelló © Foto: Joaquín Cortés
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