Cayo Mecenas fue consejero del emperador romano Augusto. También protector de las artes y valedor de Virgilio y Horacio, entre otros. De él deriva la palabra mecenas. Los ha habido muchos, y muy importantes a lo largo de los siglos. Pero también han sido muchas. Solo en el románico, se está revisando la labor de mujeres como Elisava, Sancha y Melisenda, artífices todas ellas de grandes obras. En el campo del arte contemporáneo, sobresale un nombre: Valeria Napoleone. Hace más de veinte años, en el Nueva York de finales de los noventa, ella tuvo una certeza: armar una de las colecciones de mayor calidad y talento en el mundo con el arte hecho por mujeres. Más que de dinero, la suya es una cuestión de visión. “Tengo una mente muy creativa respecto a la filantropía”, asegura. Su labor consiste en descubrir a mujeres artistas que, pese a tener gran talento, no han despuntado. Napoleone les da alas para hacerse notar y esta labor le ha valido este año el prestigioso premio Montblanc de la Culture Arts Patronage. Inés Martínez Ribas. Foto: Mariona Otero