A un paseo de los Jardines de Luxemburgo, considerados los más bellos de París, y en un estudio repleto de noticias de prensa y de televisión, trabaja Joan Rabascall (Barcelona, 1935), que pertenece al grupo llamado “artistas catalanes de París” aunque, más que un grupo, eran amigos que decidieron marchar a la ciudad francesa en busca de aire fresco durante el franquismo. Una beca le llevó a la capital del Sena en 1962, donde vive y trabaja desde entonces. Su quehacer se ha basado siempre en la crítica y la reflexión política y social. Aunque su trabajo inicial estuvo marcado por la situación española –como la serie Spain is different–, su interés por los medios de comunicación como principales transmisores de ideologías, el capitalismo, la sociedad de consumo, la violencia… situaron pronto su obra en el contexto internacional, de lectura universal. Con mirada irónica y escéptica, nos ha enfrentado siempre al espectáculo de este teatro que es el mundo. La crisis del Covid-19 ha obligado a suspender su actual exposición en la galería madrileña Guillermo de Osma centrada en su producción entre 1960 y 1970.
¿Cómo está viviendo esta crisis? Concentrado en mi taller y con pocas salidas al exterior. Tengo casa y estudio juntos, cosa que hace el confinamiento algo más cómodo.
¿En qué ocupa su tiempo durante estos días de confinamiento? Intercambiando correos entre confinados, escuchando información internacional y organizándome para nuevas aventuras, entre otras cosas…
¿Qué lecturas, películas o música le ayudan a sobrellevar la situación? En cuanto a la música, escucho desde Monteverdi a rock pasando por Mozart y Billy Holliday. En estos momentos tengo entre manos el ensayo Théorie de l’acte d’image de Horst Bredekamp. Y sobre las películas, suelo ver algunas de las pocas interesantes que programa la televisión…
¿Está trabajando en estos momentos? Mi cerebro continua funcionando. Momento ideal para reflexionar sobre la Teoría de la Relatividad de nuestro amigo Einstein.
¿Cree que esta experiencia tendrá reflejo en su obra de alguna forma? Es una posibilidad entre otras, pero en la creación no se puede aplicar la teoría de los reflejos condicionados de Pavlov.
¿Cuál sería el primer museo que le gustaría volver a visitar en cuanto sea posible? El MoMA ampliado, con el nuevo despliegue de sus colecciones, incluyendo por primera vez a muchas artistas féminas y una mirada al mundo no occidental.
