Barcelona tiene una nueva y bellísima escultura de Jaume Plensa (Barcelona, 1955), Carmela, una cabeza de niña de hierro fundido de 4,5 metros; está situada en el exterior del Palau de la Música esquina con Sant Pere Més Alt, pero forma parte de una exposición y sólo podrá verse hasta el 18 de septiembre. La muestra se enmarca en un proyecto impulsado por la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música Catalana, que busca el diálogo de la arquitectura modernista del Palau con las artes plásticas, en esta ocasión con las esculturas de Jaume Plensa. “El Palau de la Música no sólo es un lugar para la música, sino que es mucho más, es un icono de la ciudad y he querido crear un puente entre el Palau y la sociedad con Carmela, que es una niña de Barcelona con una belleza fuera del tiempo, una belleza arcaica y a la vez de futuro y me pareció que su perfil podía definir muy bien esta relación con la sociedad, que parece que no está vinculada al arte pero que lo lleva dentro y quizás todavía no lo ha descubierto”, dice Plensa. En el interior del Palau, en la Sala Millet, hay dos esculturas, Sanna’s dream y Rui Rui’s dream, “una es una niña de Shangai y la otra de Suecia; representan la globalidad y están en una conversación en silencio; es también un homenaje al músico, que aunque trabaja con sonidos es quien mejor comprende el silencio. Son retratos específicos pero mi intención es utilizar la imagen de una persona concreta como metáfora de todos nosotros. Cuando vemos a Carmela estamos hablando de todos nosotros; por eso elijo niñas de una edad entre los 8 y los 14 años porque es un momento en que la belleza es de una fugacidad extraordinaria. Silent music III, colocada en el Foyer del Palau, es la celebración de la música, es un cuerpo humano construido con partituras y notas musicales, un homenaje no al sonido invisible de la música sino a la forma escrita de la música que permite que músicos de diferentes países, que no hablan la misma lengua, se encuentren con un alfabeto común, que es la partitura”. Estas cabezas de niñas con los ojos cerrados revelan el espíritu de un sueño; cada vez somos más los que deseamos que Carmela se quede en esta calle de Barcelona mientras esperamos la escultura monumental de Plensa que se instalaría en el mar y se vería desde el cielo. La exhibición en el interior del Palau de la Música podrá visitarse hasta el 16 de mayo.
Por Marga Perera. [Jaume Plensa junto a su obra Carmela ©Antoni Bofill]