Jacobo Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, conde de Siruela ha sido fundador, director y diseñador de la Editorial Siruela, hasta 2003, y en la actualidad dirige la editorial Atalanta desde su sede ampurdanesa en Vilaür. Ha escrito El mundo bajo los párpados, una investigación cultural del onirismo, siendo autor también de dos celebradas antologías, Vampiros (2010) y Antología universal del relato fantástico (2013); una historia mínima de la Casa de Alba publicada en el volumen conjunto El palacio de Liria, así como Libros, secretos, un insólito compendio de ensayos que reúne textos como el intrigante manuscrito Voynich, que ni los más sagaces criptógrafos han logrado descifrar. El prestigioso editor responde a nuestro cuestionario más original, el CuestionarioT. [Retrato Jacobo Siruela. Foto: Inka Martí]. Raquel García-Osuna
¿Recuerda su primera experiencia memorable con el arte? Cuando mis padres me llevaron a los diez años a París, y visité el Louvre, el Museo de los Impresionistas, que entonces estaba en el Jeu de Paume, y el Museo de Arte Moderno.
¿Qué maestro del pasado le hubiera gustado conocer, y qué le preguntaría? Uno de los maestros que me hubiera gustado conocer es El Bosco para preguntarle qué quiso representar en El jardín de las delicias. También me habría encantado hablar con Giorgione sobre La tempestad. De los maestros modernos ya tenemos mucha más información.
Un museo o lugar que le inspire de forma particular. El Epidauro en Grecia, la Catedral de Chartres, la Alhambra de Granada…
Un encuentro o una personalidad que le haya dejado huella. Octavio Paz e Italo Calvino dejaron una honda huella en mi memoria. Ambos fueron aves de altos vuelos. El primero
de ellos muy cortés, como suelen ser los mexicanos; el segundo, aunque tímido y esquivo de naturaleza, era una persona realmente simpática de corazón.
¿Qué famosa obra de arte se llevaría a su casa? Un cuadro de Rothko de los años sesenta.
¿Qué obra icónica le hubiera gustado crear? El Étant donnés de Duchamp.
Un creador que le haga soñar. Constantin Brancusi, por mencionar un caso.
Un descubrimiento excitante. La casa de Goethe en Weimar, la casa de Petrarca en Luberon, en la Provenza, o la casa del arquitecto neoclásico John Soane en Londres.
Una obra o un artista que tengan un significado personal especial. Los frescos de Arezzo de Piero della Francesca, Los nenúfares de Monet o los “vacíos” de Anish Kapoor.
¿Qué creador reivindicaría que el gran público aún debe descubrir? LaartistasuizaEmmaKunz.