Considerado uno de los padres fundadores del cómic europeo, Georges Remi, conocido como Hergé, fue el artífice de Tintín y su legado incluye más de 250 millones de álbumes vendidos y traducidos a un centenar de idiomas. Esta exposición trata de descifrar la personalidad del ilustrador belga a través de lo que le inspiró, tanto las civilizaciones antiguas y primitivas como los maestros de la pintura; de hecho, él mismo llegó a trabajar como pintor durante la década de los 60. Fue también entonces cuando experimentaría un flechazo por algunos de los artistas más vanguardistas de la época como Warhol, Lichtenstein, Fontana y Dubuffet, a los que coleccionó con fruición. Tanto en sus tiras cómicas, como en el cine, la pintura y la fotografía, exploró nuevos ángulos, técnicas y perspectivas. La muestra también nos lleva de vuelta a los primeros días de Georges Remi, el niño que antes de convertirse en Hergé alimentó su imaginación en la pantalla grande. Su afición por el dibujo data de estos años, y sus primeras ilustraciones, aparecidas en la prensa católica belga, ya demostraban su don para contar historias. [Andy Warhol, Retrato de Hergé © The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / ADAGP, Paris 2016 – © Jean–Pol Stercq / ADAGP, Paris 2016]