Entre 1947 y 1971, Picasso produjo 633 ediciones de cerámica, con innumerables variantes y piezas únicas. Aunque comenzó elaborando objetos utilitarios, como platos y cuencos, más tarde afrontó formas más complejas como jarras y jarrones, cuyas asas a veces moldeaba evocando rostros o partes anatómicas y en las que representaba animales. Sotheby’s reanuda sus ventas bianuales de cerámicas picassianas con una subasta que se celebra del 11 al 23 de febrero que brinda algunas de las creaciones en barro más imaginativas que el genio realizó en colaboración con el prestigioso taller Madoura de Vallauris. El catálogo incluye desde sencillos platos hasta jarrones de fantasía que cautivarán tanto al comprador novel como al coleccionista veterano.