La Guerra Civil marcó su infancia, pero Ramon Mascort encontró refugio en el arte, la historia y la naturaleza. La vida de este mecenas cultivado, discreto y altruista, ha estado dominada por su insaciable deseo de saber.
La vida de Ramon Mascort (Barcelona, 1930) ha estado vinculada desde niño a la villa ampurdanesa de Torroella de Montgrí; situada cerca del mar, entre la montaña del Montgrí y el río Ter, sus murallas, su iglesia gótica, sus palacios y sus casas coloniales son testimonios de un pasado histórico profundamente sentido por Ramon Mascort, un pasado que ha contribuido a desarrollar su sensibilidad. Abogado y coleccionista, su amor por los objetos artísticos siempre ha ido más allá de su belleza estética, situándolos en su contexto, rastreando su historia para llegar al conocimiento de su origen y sus causas. En su antigua casa familiar de Torroella de Montgrí, conocida como Casa Galibern, ha creado la Fundació Privada Mascort destinada a acercar su colección de arte al público, difundir el conocimiento de la historia, y promover la conservación y protección del paisaje y la naturaleza.