Empezó comprando fotografías anónimas y de autores desconocidos en los mercadillos cuando era estudiante de historia del arte, con el propósito de estudiar imágenes que no comprendía, y se convirtió en una autoridad mundial. Michel Frizot (Bourbon-Lancy, 1945) es historiador y teórico de la fotografía, disciplina para la que ha desempeñado un papel pionero en Francia. Aunque no se siente identificado como coleccionista, sí es un recolector de fotografías desde hace unos 40 años. “No es una colección con un objetivo definido –explica- porque yo compraba lo que encontraba y buscaba lo inédito en fotografías que me sorprendían y me planteaban más interrogantes que evidencias”. Frizot ha visitado Barcelona para presentar su colección particular en la Fundació Foto Colectania, bajo el título Toda fotografía es un enigma. Las imágenes que ha reunido durante las últimas décadas pertenecen a autores desconocidos, fotógrafos de prensa o entusiastas de todas las épocas que captaron su atención, no solo por su atractivo interés visual o documental, sino también por su naturaleza no-resuelta. «Con esta selección llegué a la conclusión de que toda la fotografía es un enigma. Y este no se origina por un efecto, un estilo o por un talento concreto; al contrario, es un elemento esencial del propio acto fotográfico. El enigma nace pues de la distancia que existe entre la percepción del ojo humano y la captura fotosensible de la cámara. El resultado es un desbordamiento de nuestros sentidos».
