De niño hacía novillos para escaparse a los museos donde se quedaba embelesado ante Fortuny o Sorolla. Manolo García está lejos de ser un advenedizo o una estrella del pop con mucho tiempo libre, pues el arte llegó a su vida antes que la música. Estudió diseño gráfico en l’Escola d’Arts Aplicades i Oficis Artístics de Barcelona y su carrera profesional estaba enfocada en este ámbito, en agencias de publicidad. Su destino comenzó a cambiar cuando se especializó en el diseño de portadas de discos, sobre todo para la pequeña pero exitosa discográfica Horus. Su primera exposición se remonta a 1992 y ha publicado dos libros con su obra pictórica. Una muestra en la Sala Parés reúne ahora los originales que ha realizado para el libro Temporada d’Òpera 2015-2016, por encargo de Amics del Liceu.