Jaume Plensa (Barcelona, 1955) es conocido en todo el mundo por sus esculturas en espacios públicos, entre las que destacan, por su espectacularidad, Crown Fountain (2004), en el Millenium Park de Chicago y Breathing (2008), en el exterior de la sede de la BBC de Londres. Después de más de cinco años sin exponer en una galería de Barcelona, ha presentado en Senda El Bosc Blanc, una exhibición que coincide con la celebración del 25º aniversario de la galería. En este proyecto muestra esculturas de rostros de niñas talladas en madera y fundidas en bronce con una pátina blanca, convirtiéndolas así en piezas serenas, dulces y con un aire de pureza. “Son bronces blancos hechos a partir de modelos tallados en madera –explica– siguiendo la idea en la que vengo trabajando del individuo y la colectividad. Cuando vamos por el bosque, todos los árboles parecen iguales, pero si miramos con atención, son todos diferentes; siempre he pensado que la gente tiene esta cualidad y, a veces, cuando hablamos de la sociedad, de la comunidad, perdemos la visión de la individualidad; esta exposición homenajea al individuo dentro del conjunto de la colectividad”.