Francisco Cantos Baquedano, abogado experto en Derecho de la Competencia, es también uno de nuestros coleccionistas más influyentes. Tal vez como compensación a su profesión en la que debe mostrarse riguroso y racional, en la otra faceta de su vida, el arte, se deja llevar por las emociones. “Si tuviera que definirme diría que soy una persona pasional. Como coleccionista tengo que enamorarme de la obra, que ésta me hable al corazón. Nunca compro por inversión. Sólo por amor al arte.” Su vivienda, un coqueto piso en el barrio de Salamanca de Madrid, es tan luminosa como su propietario quien nos da una cálida bienvenida acompañado de una sobria pieza de Cristina Iglesias y un extravagante leopardo de cerámica de tamaño natural. Miembro del Consejo Asesor de la Fundación ARCO y de la Asociación de Coleccionistas 9915, Cantos ha reunido, a golpe de flechazo y sin ayuda de asesores, unos fondos que superan las 300 obras en los que está representado lo más granado del arte español de los últimos cuarenta años lo que demuestra su fino olfato para detectar el talento.
