La ciencia aplicada al arte ha procurado sorpresivos hallazgos. En este artículo el experto en delitos contra el arte Noah Charney recoge algunos de los descubrimientos más emocionantes realizados gracias a las modernas tecnologías. Desde un punto de vista práctico, la digitalización de colecciones de arte, como la del Metropolitan de Nueva York, han facilitado el estudio de las obras de arte a estudiantes y académicos de todo el mundo, que a menudo no pueden permitirse el lujo de viajar al extranjero para examinarlas in situ. Pero la excepcional calidad de las imágenes digitales es, sobre todo, una puerta al descubrimiento de detalles que no son fácilmente perceptibles por el ojo humano. [Adoración del Cordero Místico, Jan van Eyck. Catedral de San Bavón, Gante]