“Para Dora, la de las múltiples y siempre bellas caras”. La dedicatoria que escribe Lise Deharme a su amiga Dora Maar (nacida Henriette Theodora Markovitch en 1907) en un ejemplar de su obra Le Coeur de Pic resume poéticamente las diversas facetas de la carrera artística de esta creadora cuya vida se desenvolvió entre la fotografía y la pintura, pasando de la fiebre surrealista de su juventud hasta la introspección existencial que definió su madurez. El Pompidou organiza la mayor retrospectiva jamás dedicada en Francia a su obra invitando al espectador a descubrirla través de más de 500 obras y documentos. Rompiendo con el encasillamiento que provocó su relación sentimental con Pablo Picasso, la exposición retrata a una intelectual libre e independiente que, como la definió Paul Éluard, fue “pintora de los límites, que además los transgrede”.
