Esta conmovedora imagen, preciada entre 4,5 y 6,8 millones de euros, es una de las adiciones más significativas a la obra de El Greco y sale hoy al mercado en Christie’s. Pintada poco después de su traslado a Toledo, Cristo despidiéndose de su Madre está estructurada para realzar las figuras de Cristo y de la Virgen contrapuestas al cielo, tal vez en referencia a su futura unión en el reino celestial. Jesús con una aureola en forma de cruz se vuelve ligeramente a la Virgen María, mientras señala hacia Jerusalén. Este tema no aparece en la Biblia y su origen puede estar en los numerosos textos religiosos populares surgidos durante la Edad Media que rápidamente ampliaron la variedad y el alcance de los relatos bíblicos de la vida de Cristo y otras figuras de Santos. En el color o en el formato horizontal que intensifica el pathos de la escena, se aprecia el impacto de los años formativos que el pintor pasó en Venecia, entre 1568 y 1570.
