“Los que estamos acostumbrados al silencio y la soledad por nuestro trabajo llevamos mejor el confinamiento” admite Carmen Calvo (Valencia, 1950), académica de la Academia de Bellas Artes de Valencia. Es una de las artistas que ha sabido alzar y mantener su voz en el escenario artístico internacional abordando en su obra la historia del ser humano y su mundo interior. Fotografías, objetos encontrados o figuritas de cerámica realizadas por ella misma dan significado a su discurso con sentido del humor, que ella misma define como «un poco corrosivo», ironía, una gran sensibilidad, y en ocasiones incluso ternura. Su obra está cargada de historia colectiva, que da importancia a su significación. Entre sus recursos iconográficos, a menudo se evidencia un interés por la máscara, con todo su significado mitológico, psicológico y social. Sus frecuentes referencias al mundo de la mujer le ha valido en ocasiones la etiqueta de obra o pintura femenina. Repito aquí una frase que me dijo Carmen Calvo en una entrevista que le hice para Tendencias del Mercado del Arte cuando su exposición en la Galería Joan Prats de Barcelona: «No hay pintura femenina, hay pintura buena o mala. No es una cuestión de sexo sino de seso». [Foto: Christopher Makos].
¿Cómo está viviendo esta crisis? Una situación como la actual es difícil de explicar. Los que estamos acostumbrados al silencio y la soledad por nuestro trabajo la llevamos bien. Hay que pensar en los aislamientos de familias en pisos pequeños. Esto sí que no es una broma. Estoy cansada estos días de decir que soy una privilegiada. Si miramos desde nuestra ventana o terraza… es desolador y hay muchas personas sin nada.
¿En qué ocupa su tiempo durante estos días de confinamiento? ¿Qué te puedo contar…?, uno lee si tiene el hábito de hacerlo, y ése es mi caso. En estos momentos, poesía, La mar desnuda de Fernando Delgado, y novela como Orgullo y prejuicio de Jane Austen. ¿Músicas? Escucho la clásica que también tiene un programa de jazz. ¿Películas? Todas, estoy volviendo a ver la última Portero de noche. Pero tengo todo de cine de los años 30 a nuestros días, como Tarantino… Pero todo esto lo suelo hacer siempre. Lo único que me falta es mi estudio, no poder ir. Es en ese espacio donde estoy bien; otras, mal, pero estoy.
¿Qué lecturas, películas o música le ayudan a sobrellevar la situación? En casa, se suele hacer lo que acostumbras, leer, regar las plantas, ver películas… Soy una privilegiada. Otros están trabajando para que nosotros estemos en nuestro mundo muy a gustito. Recordemos, por favor, a todas y a todos los que nos hacen posible tener alimentos, sanidad, radio (clásica) y otras. Eso sí es una noticia. Aplauso a las 20 h. Para ellas y ellos…
¿Qué impacto tendrá esta crisis en nuestro mercado del arte? Sin duda, de todo este cautiverio, algo contribuirá a algún proyecto. Pero me temo que los proyectos estarán por desgracia paralizados durante un tiempo. Es lo que tiene la cultura. Pero lucharemos para no perder la capacidad del entusiasmo.
¿Qué artista u obra de arte le inspiran de forma particular en estos momentos? Caminar desde casa al estudio, el recorrido de ver la ciudad, encontrarte con amigos… Es mi vida.
¿Cuál sería el primer museo que le gustaría volver a visitar en cuanto sea posible? Los tengo al lado de casa. El de Bellas Artes San Pío V. de Valencia, con unos retablos primitivos fantásticos, o el IVAM. que tiene una bella muestra en estos momentos. Todos al lado. Los otros de fuera ya los veré.
