El pasado jueves 31 de marzo, en el marco del 25º aniversario del Salon du dessin de Paris, se anunció entre las históricas paredes del Palacio Brongniart al ganador de la 9ª edición del Premio de Dibujo que concede la Fundación de Arte Contemporáneo Daniel y Florence Guerlain. Eran tres los nominados: la francesa Anne-Marie Schneider (1962), representada por la Galería Michel Rein de París, y Jana Gunstheimer (1974), alemana, representada por las galerías Conrads de Dusseldorf y Römerapotheke de Zurich, quedaron finalistas. El estadounidense Cameron Jamie (1969), representado por las Galerías Barbara Gladstone de Bruselas y Nueva York, Bernier-Eliades de Atenas y Buchholz de Colonia, fue el ganador que recibió los favores del jurado compuesto por Lorenza Pallanti, propietaria de los viñedos Castello di Ama, Michael Ringier, editor y coleccionista suizo, Budi Tek, coleccionista chino y fundador del Museo Yuz de Shanghai, José Olympio Pereira, banquero brasileño, Nathalie Mamane-Cohen, Jean-Luc Enguéhard, ex presidente de La Banque Postale y Daniel Schildge. Cameron Jamie, nacido en Los Ángeles, actualmente vive y trabaja en París desde el año 2000. Este parisino de adopción ha sido invitado a participar en exposiciones en el Centro Pompidou, en el Museo Quai Branly y en la última Bienal de Lyon. En 2005 y 2006 expuso en la Bienal de Whitney y en el Centro de Arte Walker, Minneapolis. Su obra, profundamente arraigada en la cultura suburbana norteamericana, se caracteriza por dibujos altamente reactivos, que expresan una crítica social de América y sus guetos. Artista multidisciplinar que vuelve obsesivamente a sus raíces, Cameron utiliza medios como video, fotografía, instalaciones y esculturas cerámicas trascendiendo los códigos estéticos de la cultura popular y underground, siendo el dibujo nexo de toda la obra. Cameron, también es músico y compara la composición de sus hojas de dibujos con la de una partitura. Para él, que le gusta invocar el concepto de distorsión, las líneas son fragmentadas, construidas y deconstruidas. En los años 90, sus dibujos a lápiz se llenaron de máscaras renacientes y vampiros; en 2003 comenzó una serie de obras en tinta negra sobre fondos blancos que fueron presentadas sobre tableros de madera. Liberadas de los marcos, parecían aún más crudas. Sus dibujos, tan cerca de sus emociones, le permiten transmitir su energía y una cierta tensión, sin ningún intermediario muestran la realidad desde un punto de vista existencial. Pero también recuerdan la magia y chamanismo o la idea de fiestas paganas exploradas por el artista en su trabajo sobre Halloween. Él mismo habla de una cierta trascendencia y un carácter más allá de lo humano, sin caer en un excesivo misticismo. Todo su cuerpo de trabajo es una crítica de la sociedad moderna, pero su obra también da testimonio de una agudeza exacerbada, o incluso profética, en cuanto a la humanidad.
La entrega de premios tuvo lugar el mismo día en la feria de dibujo donde se exponen y presentan las obras de los tres artistas nominados seleccionados previamente por un comité de coleccionistas internacionales, entre ellos los dos fundadores del premio Daniel y Florence Guerlain. El ganador recibió un premio de 15.000 euros y la Fundación donará una obra suya al departamento de dibujo del Centro Pompidou, mientras que las dos artistas finalistas recibieron una beca de 5.000 euros cada una. Tras la entrega pudimos departir unos minutos con el laureado, quien, a la pregunta de qué significaba para su carrera recibir este galardón, respondía: “Estoy sencillamente agradecido. Ser reconocido siempre es agradable”.
Para la Colección Daniel y Florence Guerlain el venidero 2017 va a ser un año capital por la celebración del 10º Aniversario de su premio de dibujo con una exposición en el Mnam-Centro Pompidou que reunirá obras de los treinta artistas finalistas y premiados de todas las ediciones. Como preludio, se llevarán a cabo durante el 2016 exposiciones en el extranjero de una buena parte de su donación al Centro Pompidou, la primera en Suecia, celebrada recientemente en Nordiska Akvarellmuseet (Museo Nórdico de la Acuarela), y esta primavera otra en El Museo KUNSTEN de Arte Moderno Aalborg de Dinamarca, que se trasladará con otro formato a la Albertina de Viena en 2017.
Por Beatriz Aymat. [Imagen: Cameron Jaimie. Cortesía el artista y Galería Bernier/Eliades, Atenas
