La histórica bodega CVNE rinde tributo a la figura de Anthony Caro, uno de los escultores más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, en una exposición sustentada por una veintena de obras. Coetáneo de Chillida y Tàpies, discípulo de Henry Moore y mentor de la New Generation, Caro protagonizó dos avances revolucionarios: la eliminación del pedestal para reposar la escultura directamente sobre el suelo y la introducción de colores vivos en obras de acero policromado que crean una ilusión de estar suspendidas en el espacio. Sus piezas, construidas a partir de materiales industriales abandonados como tornillos, argollas, yunques y elementos estructurales, cautivan por la manera en que las formas se abrazan conformando una imagen abstracta.