La Gommeuse, una de las obras creadas por Picasso en su histórico periodo azul (1901 a 1904) se remató anoche en Sotheby’s por 62 millones de euros, estableciendo un nuevo récord.
La pintura databa de finales de 1901, justo después de la aclamada exposición que el artista español celebró el mes de junio en la galería de Ambroise Vollard, y en medio del duelo por el suicidio de su amigo Carles Casagemas acontecido a principios de ese mismo año. Recién cumplidos los 20 años, el malagueño compartía apartamento en París con su amigo, el anarquista y marchante catalán Pere Mañach, y juntos vivían con intensidad el desenfreno del demi-monde parisino. Esta mezcla vertiginosa de éxito profesional y tragedia personal llevó al clímax el genio creativo de Picasso. Pieza central de este relato artístico es La Gommeuse donde la modelo es retratada con un halo de tedio sexual, y encarna al mismo tiempo la tentación y la caída. Picasso pintó a una alta sacerdotisa de la melancolía, a una sirena de la joie de vivre.
El reverso del cuadro añade una dimensión fascinante a la historia de la obra. Las labores de conservación encargadas en el año 2000 por su propietario, William I. Koch, revelaron la existencia de un retrato desconocido de Pere Mañach que había permanecido oculto durante un siglo. Picasso plasmó a su colega de francachelas y marchante de forma caprichosa y perversa, recreándolo con un cuerpo femenino y luciendo un exótico tocado, mientras ejecuta un gracioso paso de bailarina. Los estudiosos han sugerido que, en el verano de 1901, Picasso estaba descontento con las gestiones profesionales de Mañach, y este retrato denigrante ilustra su tumultuosa amistad.
La pintura lleva la dedicatoria: «Recuerdo a Mañach en el día de su santo», sugiriendo que Picasso obsequió con La Gommeuse a su amigo en la festividad de los santos Pedro y Pablo (29 de junio), por lo que esta escena podría entenderse como una hilarante y personal tarjeta de cumpleaños. Teniendo en cuenta el valor histórico-artístico de las dos obras, su dueño, el señor Koch, construyó en su casa una panel especial que permitiera contemplar simultáneamente ambas composiciones desde lados opuestos de la misma pared. Recientes investigaciones sobre la producción picassiana de 1901 sugieren que este óleo fue adquirido por Ambroise Vollard en algún momento posterior a 1906. En los años siguientes, entró en posesión del joven galerista neoyorkino Lucien Demotte, quien a su vez se lo vendió a Josef von Sternberg, uno de los más prestigiosos directores de cine de Hollywood en la década de 1930. Sternberg dirigió la célebre película de 1930 El ángel azul, que supuso el debut en la pantalla grande de Marlene Dietrich como la seductora estrella del cabaret Lola Lola. Al parecer Sternberg adquirió la obra un año después del estreno del filme, por lo que el tema de La Gommeuse habría revestido gran importancia para el cineasta.
Con esta han sido cuatro las ocasiones en que Sotheby’s ha sacado a pujas La Gommeuse. Sternberg la compró en 1949 en la sala neoyorkina de Parke-Bernet, donde se adjudicó por 3.600 dólares. Más tarde fue adquirida por Jacques Sarlie, un financiero de origen holandés residente en Nueva York, que había hecho amistad con Picasso tras la guerra y acumuló una gran colección de la obra del artista de todas las épocas. En 1960 Sarlie se desprendió del lienzo en Sotheby’s Londres pasando a poder de un coleccionista privado. El cuadro fue posteriormente sacado a subasta en 1984, venta en la que fue comprado por Bill Koch, quien, ha sido su dueño hasta ayer.