Retrato de muchacha, después de Cranach el Joven es el linograbado a color más deseado de Picasso. La casa Lempertz de Colonia ofrece una de sus codiciadas ediciones el 29 de noviembre con un precio de salida de 350.000 a 450.000 euros. En los años 50, el malagueño comenzó a estudiar esta novedosa técnica que usa una hoja de linóleo como matriz. Aunque estos grabados ocuparon finalmente una parte relativamente pequeña de su producción, los creados entre 1958 y 1963 en colaboración con el impresor Hidalgo Arnéra se hallan entre sus estampas más elogiadas y técnicamente exigentes. El artista se inspiró a menudo en antiguos maestros como Cranach, Velázquez y Delacroix. Para el motivo de esta obra se basó en el Retrato femenino que Lucas Cranach el Joven pintó en 1564. Picasso conoció esta obra a través de una postal que le envió su marchante, Daniel-Henry Kahnweiler. Fascinado por la sombra expresiva que hay detrás de la modelo, el genio español interpretó este tema en clave cubista alumbrando una obra maestra de las artes gráficas.